evia-equipando-ilusiones
gráfica publicitaria para prensa especializada: “evia, medio siglo equipando ilusiones”.

Miraba al agua y vigilaba los sedales que se sumergían verticalmente en la tiniebla de ésta. Los mantenía más rectos que nadie, de manera que a cada nivel en la tiniebla de la corriente hubiera un cebo esperando, exactamente donde él quería que estuviera, por cualquier pez que pasara por allí. (…) «Lo que pasa es que ya no tengo suerte. Pero, ¿quién sabe? Acaso hoy. Cada día es un nuevo día. Es mejor tener suerte.Pero yo prefiero ser exacto. Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto.»

El viejo y el mar. 1952.
Ernest Hemingway.

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